Un tercio de los argentinos están desde hace años inmersos en la pobreza estructural. Según la Universidad Católica Argentina (UCA), que usó una nueva metodología para medir el flagelo, el año termina con 13,5 millones de pobres y 2,54 millones de indigentes. Y casi la mitad de los chicos de hasta 14 años (48,4%) son pobres. El Gobierno recibió los números anticipadamente el jueves por la noche. El mensaje parece claro. La cúpula de la UCA, sobre la que el papa Francisco tiene una significativa ascendencia, difunde estos números en momentos en que las principales potencias debaten en Buenos Aires sobre el futuro del comercio multilateral.