Las incesantes tormentas forzaron a la postergación de la primera final entre Boca y River por la Copa Libertadores de América y el campo de juego de la Bombonera tendrá cuidados especiales para que esté en condiciones para mañana.
El plan de la Conmebo es cubrir el césped con una lona, ya utilizada alguna vez en 2015, aunque en este caso las condiciones son diferentes. El terreno ya está muy cubierto por agua y cubrirlo podría ser contraproducente. Por eso, desde el club pretenden dejarlo ventilarse y someterse a los designios del clima. Si la lluvia cede, podría jugarse sin problemas.