River Plate impuso condiciones esta noche en el estadio Maracaná, de donde debió emerger victorioso ante Fluminense en la apertura del Grupo D de la Copa Libertadores, pero finalmente debió conformarse con una injusta paridad 1 a 1 por un solitario desequilibrio en el retroceso que tuvo a lo largo de todo el partido y le permitió a los brasileños acceder a un empate.
La jerarquía de River, con Marcelo Gallardo por primera vez allí como entrenador, se paseó esta noche muy oronda en el máximo escenario futbolístico brasileño y, salvo unos 10 minutos del primer tiempo, después del gol de tiro penal de Gonzalo Montiel a los 13 tras una falta del arquero Marcos Felipe al colombiano Rafael Santos Borré, siempre fue dueño de las acciones de la mano de Agustín Palavecino.