Desde las 0 horas de este lunes, la central sindical paraliza la actividad en todo el país. En la Ciudad y el Gran Buenos Aires, la paralización era casi total en gran medida porque no había ningún tipo de transporte público.
Con la adhesión de la UTA y los ferroviarios, la CGT se aseguró la paralización de trenes, colectivos ni subtes, lo que repercute en otras actividades menos sindicalizadas por la imposibilidad de los trabajadores de llegar a sus lugares de trabajos. No obstante, se esperaba una adhesión fuerte en los gremios industriales, como Smata y la UOM, y en los de servicio, como Comercio, gastronómicos y los estatales publicó La política On Line.
A diferencia de los anteriores dos paros nacionales durante la gestión de Macri, donde muchos sindicatos hicieron un paro a medias o directamente no adhirieron, este lunes la CGT no mostró fisuras. Los únicos gremios que salieron a reivindicar que no sumaron al paro fueron los macristas de la Uatre y los propietarios de taxis.
Aunque la CGT no convocó a ninguna manifestación, sindicatos y partidos de izquierda sí movilizaron y esta mañana cortaban los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires, aunque en algunos casos la Gendarmería les impidió cortar las vías principales.
Los piquetes se llevaron adelante en el puente Pueyrredón, la autopista del Oeste, el ingreso a la autopista Buenos Aires-La Plata, la Panamericana en el cruce con la ruta 197, y avenida General Paz y Constituyentes. La izquierda tiene previsto realizar un acto a las 11 en el Obelisco.
La contundencia de la medida obligó al Gobierno a bajar el tono y admitir la posibilidad de reabrir un diálogo con la CGT, quebrado tras las fallidas negociaciones de principios de mes cuando la Rosada sólo aceptó que se negocie un 5% extra en las paritarias.
"El paro ha tenido impacto en la ciudad de Buenos Aires por el transporte público. Estamos dispuestos como Gobierno a trabajar en relación a esos sectores que tienen más dificultades", declaró esta mañana el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
El funcionario reconoció también "las dificultades que están transitando algunos" sectores y, aunque insistió en las intenciones "políticas" de algunos dirigentes, fue algo más cauto que el domingo, cuando declaró que parte de los sindicalistas "buscan tensión social y la inestabilidad del Gobierno".