El asedio chavista contra la oposición democrática continúa, cuando faltan diez días para las elecciones. La líder opositora María Corina Machado lanzó este jueves una alerta mundial después de denunciar un “atentado” en su contra.
“Esta madrugada cometieron un atentado contra mí y mi equipo en Barquisimeto, estado Lara (a tres horas de Caracas). Nuestros carros fueron vandalizados y cortaron la manguera de los frenos”, dijo.
Machado mostró en videos y fotografías el estado de los vehículos y acusó directamente a agentes del régimen, quienes “nos siguieron desde Portuguesa y rodearon la urbanización donde pernoctamos, viniendo de Portuguesa hacia Caracas”.
La pintada “No + Bloqueo”, realizada con pintura blanca, cubría buena parte del lado derecho del vehículo. “La campaña de [Nicolás] Maduro es la violencia y es responsable de cualquier daño a nuestra integridad física. No nos detendrán”, aseguró Machado.
El chavismo apretó el acelerador de la represión, con más de 80 detenidos en lo que va de campaña electoral oficial. Las principales víctimas son dirigentes y activistas de Vente Venezuela, el partido de Machado, pero el hostigamiento y la persecución también fustiga a otros partidos, a trabajadores de la campaña, periodistas e incluso a quienes acuden a los mítines o ayudan en la logística.
En las horas previas, Nicolás Maduro advirtió sobre la posibilidad de que una derrota electoral provoque un “baño de sangre” en el país. “Si la derecha engañara a la población en Venezuela podría haber un baño de sangre y una guerra civil porque este pueblo no se dejará quitar la patria ni los derechos sociales”, clamó el mandatario, que se radicalizó en los últimos días sus discursos ante la evidencia de su derrota en las urnas.
El último sondeo, hecho pública ayer por Delphos, una de las encuestadoras más acreditadas, mantiene un 59,1% de intención de voto para el embajador Edmundo González Urrutia, el candidato elegido en lugar de Machado -quien está inhabilitada- frente al 24,6% del mandatario.
Maduro también acusó a la oposición democrática de planear “un apagón eléctrico para cambiar el voto del pueblo”. Venezuela sufre desde hace 14 años una crisis eléctrica sistémica, que mantiene con apagones intermitentes a distintas zonas del país.
