Lo decidió el gobernador Raúl Jalil, a través del Decreto 3.095. Estarán exceptuadas las personas que no se aplicaron las dosis por “razones médicas o de fuerza mayor debidamente acreditadas”.
Marco de Veglia, un reconocido italiano que tenía 55 años, dijo que el virus era “una gripe que se podía curar en casa”.