Autoridades de Corfo -que administra el riego de 137 mil hectáreas en Villarino y Patagones con agua del Colorado- tomaron distancia de la postura del Gobierno pampeano y dejaron en claro que no se hará ninguna obra que pueda afectar a uno de los principales ríos que surca la región.

 

"Ante expresiones en medios periodísticos que cuestionan esta decisión (la de aprobar la obra de la represa), por considerar que pone en riesgo la calidad y la cantidad del agua del río Colorado, Corfo expresa su total conformidad con la posición tomada por la Provincia de Buenos Aires, acompañando la aprobación de Portezuelo del Viento con las condiciones impuestas a la provincia de Mendoza dentro del ámbito del Coirco", expresó el organismo a cargo de León Somenson, según publicó el diario La Nueva.

 

También se hizo hincapié en que la obra no la administrará Mendoza, sino Coirco. "Las condiciones en cuanto al llenado, al manejo de la presa y a la aprobación del impacto ambiental regional para toda la cuenca serán aprobadas por Coirco, previo a la adjudicación de la obra", advirtió Corfo.

 

"Esta obra, no solo beneficiará a Mendoza, sino que también es un beneficio para la cuenca en cuanto otorga mayor capacidad de embalse y regulación", añadió.

 

Corfo dijo que se debe transmitir "la total seguridad a los regantes y habitantes del Valle Bonaerense del río Colorado" de que tanto Coirco como la Provincia y Corfo "van a seguir trabajando con total responsabilidad para custodiar tanto la cantidad como la calidad del agua del río Colorado, elemento vital para el desarrollo integral de nuestra región".

 

La construcción de la represa Portezuelo del Viento se trató en el seno del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) pero no se había llegado a una decisión unánime porque Mendoza, Buenos Aires, Río Negro y Neuquén brindaron su respaldo al proyecto, pero La Pampa no. Por este motivo se recurrió al arbitraje del presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien días atrás anunció su laudo favorable a la obra. La Pampa protestó de inmediato y anunció que llevará su reclamo a la Corte Suprema de Justicia, por entender que la construcción de la represa en el río Grande, principal afluente del río Colorado, afectará severamente a este último curso de agua.