El economista, que fue presidente del Banco Nación en el arranque de la gestión de Cambiemos, asegura que hay que renegociar el acuerdo con el FMI para retomar el crecimiento, dice que el riesgo país debería rondar los 600 puntos si no fuera por los riesgos electorales y no elude las preguntas sobre el dólar: "El Plan Picapiedra tiene como objetivo evitar una escalada cambiaria. Pero no pongo las manos en el fuego porque contra el regreso del gobierno anterior no hay vacuna conocida" sostuvo Melconian en una entrevista con el sitio Infobae.
A continuación, los principales pasajes de la entrevista que Carlos Melconian concedió a Infobae en su oficina, ubicada en pleno corazón del microcentro porteño.
-¿Cómo se viene desempeñando lo que hace un tiempo denominó como "Plan Picapiedra", faltando ya pocos meses para las elecciones?
– Primero fue el "Plan Perdurar", tras la elección de octubre de 2017, suponiendo que la economía se mantenía en orden y que los mercados te seguían financiando. A principios de 2018 venías creciendo al 3% por cuatro trimestres seguidos. El "Picapiedra" ya es una cuestión distinta, porque el secretario de Finanzas no consiguió más plata. Es obviamente un plan más básico, en el que las flores no crecen en el jardín y agrandó a los rivales.
-¿Que no crezcan flores significa que hay que olvidarse de los "brotes verdes" de una reactivación?
-Es un plan con mucha plata, que es lo que gira el FMI, reemplazando lo que antes te daban los mercados. Y dentro de los mandamientos es "no emitirás ni gastarás más de lo que entra". Es un programa diseñado para aguantar el chubasco, evitar una espiralización inflacionaria, que es lo que podría haber pasado en septiembre u octubre del año pasado. Todo esto refuerza la idea de una economía como una "L", dejando de lado al agro. Siempre estuve dentro de los que pensábamos que este no es un programa reactivante, no es el típico programa heterodoxo de Argentina que arrancaba previo a una elección. Los planes que consiguieron en su momento recuperaciones lo lograron con control de cambios y en muchos casos en default, como pudo haber sido el Primavera o el Austral. Hoy no podés simplemente tocar un par de piezas y reactivar para ganar la elección.
-¿Un plan que no está pensado para reactivar al final le suma o le resta a Macri?
-Está claro que expresado así no suma, lo que ocurre es que en su corazón el Picapiedra viene para no tener una disrupción cambiaria o inflacionaria. No sé si suma, pero el descontrol del dólar resta seguro. Además, el Gobierno aceptó que su estrategia electoral va a pasar más por el cambio cultural que por la economía. Y una vez más, con compararse con los de enfrente. Los analistas políticos coinciden en que hay un tercio duro que no quiere que vuelva lo anterior. Otro que es al revés, que quieren volver a experiencias del pasado, y otro tercio que está desilusionado con los dos. Es razonable la apuesta de ir a buscar a esa porción del electorado.
-¿Qué opina de la nueva estrategia que permite al Central vender dólares dentro de la "zona de no intervención"?
– Todavía tiene que salir a la cancha. Desde que fue otorgada esa autorización, el Banco Central no tuvo que hacer uso de ella. Cada uno de los cambios que se implementó al esquema original fue un toma y daca que vino por algún motivo. La primera flexibilización fue por el cimbronazo del salto del dólar de $37 a $43. El segundo por la inflación del 5% en marzo y el tercero por la encuesta que alertó sobre una posible vuelta del Gobierno anterior. Pero contra eso vacuna no hay, sobre todo si siguen viniendo encuestas de ese tipo. Podés diseñar algún mecanismo para defenderte a lo sumo, o juntarte con algunos políticos para definir puntos en común pero nada más.
-En este escenario, ¿la paz cambiaria que tenemos en estos días es perdurable?
-Para comprar dólares tenés que tener pesos. Desde ese punto de vista es una batalla recontra ganable, porque se dejó de emitir, la tasa está al 70% y el dólar ya subió hasta $45. ¿Por qué te pensás que no crecen las flores en el jardín? Pero, de vuelta, no sé cuál será la reacción si siguen viniendo encuestas que dicen que vuelve el gobierno anterior. Ahí no pongo las manos en el fuego porque no hay una vacuna inventada. Pero dejando de lado este aspecto no menor, son batallas ganables tanto la de bajar la inflación como mantener en calma al dólar. Sería una victoria para llegar mejor a las elecciones, nada más.
-¿Cuándo espera que sea el momento de mayor tensión cambiaria?
-Tu pregunta tiene 99,99% de connotación política. Va a depender mucho de los números que se vayan conociendo en las distintas etapas, PASO, elección general y luego balotaje. Depende, de cuánto sean las diferencias en una primera instancia. Trasladado al fútbol, el 3 a 0 en contra de River en Tucumán hubiera hecho subir al riesgo país. Ahora, si hubiera perdido 1 a 0 era más fácil darlo vuelta.
-¿Cuántos puntos de diferencia en las PASO pueden ser preocupantes para los mercados?
–Son preguntas para Duran Barba. Me gusta hablar sin grises, pero hay temas en los que prefiero ser más modesto en mis interpretaciones. En su momento Macri quedó ocho puntos debajo de Scioli en las PASO, pero era el Macri que venía por todo y era punto, no banca. Ahora tenés tres años de administración donde tampoco hay números para mostrar, entonces no sé cuán fácil será dar vuelta un resultado inicial adverso.