El presidente de la Nación Javier Milei retomó este viernes sus funciones al frente del Gobierno tras regresar de su viaje a Suiza para participar del Foro Económico de Davos. También aprovechó la gira para mantener un encuentro con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en lo que fue una reunión clave para reflotar el acuerdo con el Fondo.

 

Pero en la Argentina lo esperan más desafíos: no solo debe encauzar una economía en crisis con inflación desbocada, sino que además tiene por delante una dura batalla legislativa. Desde hace dos semanas se debate en comisiones la llamada Ley Ómnibus que consta de 664 artículos. Pero más allá del arduo trabajo en comisiones, en paralelo hubo intensas negociaciones con diversos actores para destrabar los votos que el oficialismo necesita para darle media sanción en Diputados.

 

En este sentido, el ministro del Interior, Guillermo Francos, el asesor presidencial, Santiago Caputo, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, mantuvieron reuniones con los jefes de bloques aliados en el Congreso para acelerar el tratamiento de la ley. No hubo ni habrá diálogo con el kirchnerismo.

 

La expectativa en el oficialismo es que los líderes de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, y del bloque federal, Miguel Pichetto, acepten las modificaciones que realizaron en las últimas horas. Se trata de cambios en 100 artículos.

 

El objetivo de máxima del Gobierno era lograr dictamen este mismo viernes, para así poder tratar el proyecto en el recinto al día siguiente. Sin embargo, la oposición no cedió y recién se trataría el próximo jueves, un día después del paro de la CGT.

 

Hasta última hora del jueves hubo intensas negociaciones para lograr sesionar el sábado. En el medio, desde un sector del radicalismo pidieron que se prorroguen las sesiones extraordinarias hasta el 29 de febrero.

 

En el otro extremo, Unión por la Patria ratificó su rechazo manifiesto a la Ley Ómnibus en una reunión ampliada este jueves, en la que participaron gobernadores, intendentes, legisladores y diferentes referentes sindicales.

 

Los presentes en la reunión ratificaron el rechazo a la Ley Ómnibus y al megadreceto presidencial, pero se mostraron “permeables a discutir”, según dijo Kicillof.