El piquense, que llegó a ser diputado de la Nación como reemplazo de Carlos Mac Allister -el electo originalmente- respondió así a los dichos del mandatario en Alvear, cuando en el marco de diferentes inauguraciones le preguntó a los alvearenses: “Si desde Nación me discriminan y no me dan obras ni dinero, ¿ustedes quieren que los aplauda?”.

 

Las quejas en este sentido no son nuevas desde el Gobierno Provincial. Y es difícil no estar de acuerdo con ellas: las rutas nacionales que no se arreglaron en la provincia, las obras que se incluyeron en el Presupuesto –Acueducto, Obra de los Daneses- y no se hicieron son motivos más que válidos para reclamar, lo mismo que el dinero que se prometió ante las inundaciones y los incendios y no llegó o llegó en cuentagotas.

 

No reclamar por eso es, lisa y llanamente, darle la espalda a los pampeanos, porque al fin y al cabo son necesidades pampeanas.

 

Los dichos de Maquieyra, en su pretensión de sonar irónicos, revelan sus prioridades: primero Nación, luego La Pampa. Y él no es un ciudadano común, es un diputado que tiene la obligación de defender los intereses pampeanos en el Congreso como manera de garantizar un trato justo de parte del Estado Nacional.

Exactamente, todo lo contrario de lo que hace.