-¿Qué análisis hace de lo vivido en 2018 en el peronismo provincial?, le consultó un periodista.

 

-Llegado el Año Nuevo siempre buscamos motivos para celebrar y quedarnos con las cosas buenas, y este año, tan duro desde muchos lugares, tenemos que trabajarlo para que también represente una puerta a la esperanza. Todo el peronismo pampeano ha tenido que lidiar con algo tan inesperado como doloroso. 2018 fue el año en el que una enfermedad dejó a Carlos Verna, mi amigo, fuera de la carrera por su reelección con el 80% de imagen positiva. Y eso nos ha obligado a repensarnos y a reformular estrategias con su guía.

 

-¿Cómo resultó ese armado con una elección tan próxima?

 

-Tal como uno podía imaginar, por su perfil de liderazgo, hizo todo lo que se debía hacer; desde asumir su responsabilidad como gran elector para designar a un nuevo candidato capaz de unir al peronismo, hasta concentrarse en un tratamiento riguroso y difícil que lo ha encaminado en un proceso de curación muy eficiente.En lo personal, debo celebrar que mi amigo va a sanarse y que está próximo a encarar su recuperación plena. Desde lo político, sé que el partido lo necesita y no dudo que va a seguir aportando a la construcción como lo ha hecho siempre.

 

-¿Cómo imagina su rol para un futuro cercano?

 

-Carlos Verna fue claro cuando le contó a todos los pampeanos que su tratamiento no lo iba a dejar ocuparse de las cuestiones centrales de una campaña tan exigente como la de la gobernación, aun cuando quedaría atento a todos los detalles. Pero lo cierto es que este año tenemos cuatro instancias electorales: las internas partidarias –en varias localidades-, las generales provinciales, las PASO nacionales y las generales nacionales. Con este escenario yo no dudaría en decir que La Pampa a Verna lo necesita y mucho.

 

-¿Y cuál podría ser su participación?

 

-Necesitamos su inteligencia política, su experiencia y su liderazgo. También es cierto que es el sueño de todos los peronistas y de la mayoría de los pampeanos que Carlos Verna tenga una responsabilidad institucional efectiva. Intuyo que es un deseo que nos representa a muchos que lo queremos ver curado muy pronto y que confiamos en él. Pasados los primeros meses del año iremos conversando sobre cuáles son los espacios que prefiere para avanzar en la reorganización de la ingeniería partidaria que siempre se ha nutrido de su visión.