Es decir, hay instituciones médicas que poseen una planta productora de oxígeno en sus instalaciones o tienen un proveedor que se los vende, pero no cuentan con la cantidad de tubos necesarios para abarcar a todos sus pacientes.

 

Actualmente, la pandemia agravó aún más la situación, debido a que la demanda de oxígeno aumentó considerablemente y, como suele ocurrir, la especulación dijo presente. Los actores privados que producen y comercializan este producto, empezaron a subir los precios y entonces los centros de salud, ya sean privados o públicos, deben pagar valores exorbitantes para adquirirlo. Otro obstáculo que apareció tiene que ver con la logística, que dificulta sobremanera la distribución del oxígeno.

 

La provincia cuenta con cinco plantas productoras de oxígeno medicinal. Dos están ubicadas en Santa Rosa, otras dos en General Pico y la restante se encuentra en General Acha.

 

También se cuenta con un camión que se utiliza para distribuir los tubos de oxígeno producido por el Estado pampeano a todas las localidades del territorio provincial. Del mismo modo, se están colocando redes de oxígeno en aquellos hospitales de la provincia donde faltaban, para evitar que las personas tengan que usar los tubos de oxígeno.

 

Además, se están realizando las inversiones pertinentes para reforzar la infraestructura y conseguir abastecer sin inconvenientes a todos los centros sanitarios que dependan del Ministerio de Salud provincial.

 

Esta acción se está llevando a cabo porque el contexto de pandemia provocó un incremento marcado de la demanda de oxígeno, aunque la sociedad se debe quedar tranquila porque este insumo vital no escaseará en La Pampa, como sí puede llegar a pasar en otras jurisdicciones.

 

Asimismo, el dato fundamental a tener en cuenta es que nuestra provincia cuenta con sus propias plantas productoras de oxígeno, que fueron construidas durante el primer mandato del ex gobernador Carlos Verna (2003-2007), y esto da la ventaja de que no dependemos de nadie para poder proveernos de este elemento esencial, a un costo razonable, y hacerlo llegar a cada rincón donde haya un pampeano que lo necesite.