Hoy en la pcia  tenemos la visita de un personaje que camina por la “ancha calle del medio”, acomodaticio como pocos, se perfila para ser protagonista aunque su performance no le alcanza. 

 

Mientras firma un acuerdo con el ex alcalde de nueva york para asesorar empresas en el extranjero, no deja de buscar espacios donde deslizarse para estar en el candelero junto al peronismo.

 

Explícitamente en 2015 afirmó que “no votará a Daniel Scioli”. Porque, según sus palabras: "La Argentina marcha sin dudas hacia un cambio, termina una etapa política. Nosotros sabemos que empieza a partir del 10 de diciembre una nueva etapa".

 

Y en esa nueva etapa que él establece juega como un camaleón, buscando ser oposición y oficialismo. Permitió a lo largo de estos dos años el avance del gobierno avalando los DNU, apoyando el pago a los fondos buitres, el blanqueo de capitales, el acuerdo con el FMI, la  Modificación de la ley de comunicación audiovisual, y cada una de las propuestas que el PE presenta,   para luego pararse enfrente criticando lo mismo que garantiza.

 

Hoy, otra realidad podría haber sido posible, si el frente renovador hubiera dado respaldo a la ley anti despidos o  si hubiera dado quórum para tratar la paritaria nacional docente.

 

Queda claro que el líder del frente renovador, Sergio Massa, viene colaborando con Cambiemos desde su asunción. 

 

Por lo cual el Frente Renovador es otra versión de Cambiemos.