“En diciembre del 2016 presenté un proyecto de ley para legalizar la actividad de los payamédicos en la provincia de La Pampa, ya está habilitado en la Comisión de Legislación Social y Salud, apelo a la buena voluntad de mis pares legisladores para que el mismo sea realidad”, indicó.

 

En los fundamentos de la iniciativa se indica que esta actividad resulta de gran importancia por su labor para mitigar lo traumático de los procesos de internación.

 

“Entendemos que la tecnificación, la sobredemanda de atención médica y la gran cantidad de afecciones modernas provocan una cosificación de los pacientes y profesionales del ámbito de la salud, causando que la persona hospitalizada no solo padezca por la dolencia que transita sino por la compleja situación de estar internado. Por esto mismo, es necesario brindarle a los pacientes y profesionales herramientas y oportunidades de sobrellevar la situación de internación de la manera más humana posible”, dijo Leher.

 

“Existe en el mundo una corriente denominada Humanización Hospitalaria que persigue la idea de que los pacientes sean abordados desde un enfoque integral, evitando las etiquetas médicas y las divisiones entre sanos y enfermos, favoreciendo así la mejor recuperación del estado de ánimo y de la salud física. Dentro de este nuevo paradigma, el arte se ha convertido en la mejor herramienta para desdramatizar el ambiente hospitalario y, especialmente, se ha descubierto que la introducción del humor beneficia tanto a las personas en situación de internación como al personal sanitario”, afirmó.

 

Leher aseguró que “muchos profesionales de la salud comenzaron a investigar y a profundizar en la utilización de herramientas artísticas para complementar la medicina tradicional, sumando a organizaciones de la sociedad civil que desde el arte proponen darle un complemento a esta situación de mirar y de vivir el hospital, ayudando a los pacientes y profesionales a vivir experiencias diferentes a la realidad adversa. Dentro de las disciplinas complementarias que se sumaron a los retos de la situación de hospitalización, se destaca la labor de los payamédicos, quienes supieron adecuar perfectamente su arte a las limitaciones de espacio, exigencias de bioseguridad y fuerte carga emocional propios del hospital”.

 

“La existencia de payamédicos especializados al ámbito hospitalario es una corriente global, existen grupos como el Instituto Gesundheit!, fundado por Hunter Doherty “Patch” Adams en Estados Unidos; La Rire Medicin de Francia e incluso Payamédicos en Chile”, detalló.

 

El payamédico tiene por función contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado, realizando intervenciones escénico-terapéuticas con una ética, estética y deontología propia, basada en la investigación continúa de psiquiatras y psicólogos.

 

Los objetivos de los payamédicos son la desdramatización del medio hospitalario, demostrando al paciente, familiares y equipo médico que la risa y la fantasía pueden formar parte de su vida en el interior del hospital; mejorar la relación médico-paciente al fortalecer la interacción humana de los mismos; ofrecer momentos de distracción, recuperando los aspectos sanos de la persona en situación de internación; cumplir con una función catártica, ayudando a mantener un estado de ánimo optimista sostenido; y el promover aspectos resilientes y la creación de territorios relacionales, cumpliendo con la función de acompañar siempre.

 

El payamédico es una herramienta invaluable para el entendimiento de la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social -y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades-, como así lo entiende la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, para esto, es indispensable que esta labor sea realizada por personas que cuenten con la formación adecuada a fin de utilizar su arte como recurso terapéutico sin producir daño o incomodidad en el paciente.