Bajo los intensos controles de rutina realizados, se logró impedir la comercialización de los alimentos, dando intervención al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) Delegación General Pico, para decomisar y destruir los mencionados productos.
La carga provenía de Mataderos (Buenos Aires) con destino a la ciudad de Allen, General Roca, (Río Negro) y el transporte no contaba con habilitación para transportar los productos cárnicos ni la documentación oficial.
Este tipo de accionar, busca protege la salud pública, a fin de evitar que los alimentos sin control pongan en riesgo la salud de posibles consumidores.