Iguacel aclaró que la situación en La Pampa "lo tiene preocupado" y que se está trabajando en tratando de corregir el error.
El nuevo jefe (Carlos Báez) “nos va a ayudar a resolver esto más rápido, esto que se demoró bastante en empezar y ahora ya comenzó”.
La provincia “aislada no quedó, siempre hubo caminos alternativos”, relativizó. “De hechos, trabajamos en conjunto con la provincia para resolver problemas graves, sobre todo en zona de frontera. Aceptamos cortar la 188 para que no se inunden pueblos. Eso resolvió problemas hidráulicas, afectando las rutas”, agregó.
“Estoy revisando, no lo tengo claro”, dijo respecto al origen de las demoras. "El problema fue nuestro, con la gente y las rutas, no es político. Y presupuesto hay, la inversión vial en la Argentina es récord. En La Pampa se está pavimentando al sur de la 35, empezamos un microaglomerado en la 154, tenemos lista para dos repavimentaciones más en la 35, hemos mejorado sustancialmente si bien está lejos del estandar que queremos la 152, una ruta que nunca se había hecho nada y ahora hay transitabilidad. Estamos trabajando, es récord histórico de asfalto mes por mes”, aclaró.
De todos modos, no dejó de atribuir responsabilidad a Fernández. “Hay una demora, ustedes me preguntaron”, dijo. “Estoy revisando y vamos a terminar de analizar, hay razones....todavía no lo tengo claro”, acotó.
Sobre la situación del Bajo Giuliani, reconoció que la ruta puede cortarse en primavera porque las alcantarillas de la 35 están cerradas para no inundar la ruta provincial 14. “El alteo que se hizo en 2001 tenía previsión de durar 25 años. No hubo previsión hidráulica, todo el agua de Santa Rosa va al bajo, e hizo que hoy el alteo esté en riesgo”, precisó.
“Estamos preservando la comunicación a Toay, poniendo en riesgo una ruta nacional, porque entendemos que hay que trabajar en equipo y resolver el problema. Si sigue creciendo ese alteo no va a durar 25 años”, explicó.
Anunció entonces tres proyectos: trabajos de protección de la traza actual de la 35, comenzar a construir una variante -un camino de ripio con una cota más alta- para la eventualidad del corte, y finalmente la obra definitiva para desviar la ruta a nueve kilómetros del actual recorrido y evitar el bajo, que tardaría más de dos años y medio.
-¿La Pampa ha sido relegada? -le consultaron.
-Eso es falso. En La Pampa casi no había proyectos. También es cierto. Y ahí es cierto sobre el enfrentamiento político. En las provincias que había proyectos era más fácil arrancar. La cantidad de obras y la inversión, que ya arrancamos, que vamos a hacer en La Pampa, también es histórica. Es un cambio radical. Ya empezamos a llevarlo adelante.
-¿No se puede trabajar en equipo con la provincia?
-Es más difícil. Eso es cierto.
