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Conocé al CEO de una empresa que regala su sueldo a sus empleados

“Las empresas solo buscan hacer dinero. No importa a qué precio. Y los empresarios son los primeros en priorizar esa búsqueda”, suele escucharse, palabras más, palabras menos, en charlas de café en las cuáles muchas veces uno de sus interlocutores se ha quedado sin empleo.
 
Sin embargo, no todos los empresarios y ejecutivos piensan igual. En 2015, Dan Price, CEO de Gravity Payments, saltó a la fama cuando decidió aumentar el salario mínimo de sus empleados a US$ 70.000 en su firma de Seattle, en los Estados Unidos. Y ahora, en pleno 2019, repitió la curiosa acción.
 
Gravity Payments es una compañía de procesamiento de tarjetas de crédito, ubicada en Seattle, que recientemente adquirió la firma de Idaho ChargeItPro.
 
El ejecutivo, de 35 años, viajó días atrás para visitar a los empleados de Idaho para darle un anuncio inesperado: a todos los empleados que ganan el salario mínimo les dio un aumento de U$S 10.000. Y les confirmó que planea aumentarlo hasta alcanzar los US$ 70.000 en 2024.
 
"Esta mañana cortamos la cinta en la nueva oficina de @GravityPymts Boise Y anunciamos que todos nuestros empleados aquí comenzarán a ganar nuestro salario mínimo de $ 70k", anunció Price en su cuenta personal de Twitter. "Estoy muy agradecido de trabajar con este increíble equipo y de poder compensarlos por el valor que aportan a nuestra comunidad", añadió.
 
 
Según informó ABC News, la mayoría de los empleados ganaba menos de $ 30.000, por lo cual más que duplicar su salario en cuestión de años, sin duda, la decisión de Price les cambiará la vida.
 

El antecedente

 
En 2015, Price aumentó el salario mínimo de los empleados en la oficina de Gravity en Seattle hasta los US$ $ 70,000, y redujo su propio salario de $ 1 millón en un 90 por ciento.
 
"Estoy harto de ser parte del problema, quiero ser parte de la solución. Antes, ganaba un millón de dólares al año y las personas que trabajaban para mí ganaban $ 30,000 al año y eso está mal, estaba alimentando el problema", remarcó el ejecutivo en aquella ocasión.
 
En su cuenta de Instagram, el ejecutivo deslizó que renunciar a su salario de un millón de dólares para beneficiar a sus empleados no era un "sacrificio irracional".
 
"Mucha gente piensa que renunciar a un salario de un millón de dólares al año y millones en ganancias es un sacrificio irracional para pagar un salario digno y brindar a las pequeñas empresas un servicio de guante blanco. Bueno, soy prueba de una cosa. Vale la pena", aseveró.
 
Los empleados de Idaho estaban comprensiblemente entusiasmados, y Price quedó satisfecho al escuchar de sus bocas cómo el aumento benefició sus vidas.
 
"Escuché de alguien que era madre soltera que ya no necesitaría necesariamente trabajar en dos trabajos y que serían mejores padres", comentó.
 

Quién es Price

 
El joven CEO cree en “tierras de cultivo no incorporadas" y uno de sus anhelos es volver tocar el bajo para miles de personas en una banda de rock.
 
"El gran objetivo para mi vida es convertirme en parte de toda la economía en transición hacia el propósito y el servicio, y la economía es más una consecuencia no intencionada en lugar de un final absoluto", estimó en alguna ocasión.
 
Nació en Michigan y vivió un poco en Wisconsin. Cuando tenía 5 años, estaba en la zona rural de Idaho y el pueblo más cercano estaba a 20, 30 minuto de donde se encontraba.
 
Fue educado en su casa hasta ingresar a la secundaria, situación que le dificultó adaptarse cuando ingresó a la escuela regular, en séptimo grado.
 
La música lo ayudó finalmente a sociabilizar. Como sabía cantar, tocar el piano y la guitarra se juntó con un par de compañeros para tocar el bajo y formar una banda de rock.
 
En poco tiempo, la banda de Price, llamada Straight Forward, alcanzó el éxito y llegó a tocar en radios, hacer giras y convocar 5000 personas en el recinto ferial de Idaho.
 
Sin embargo, luego de una gira de verano las cosas salieron mal con la banda. A todo esto se sumaron algunos problemas de personal. El baterista del grupo renunció abruptamente y el grupo se disolvió, y Price se deprimió.
 
Por aquel entonces, sintió volver a ser ese estudiante de séptimo grado sin habilidades sociales, que no tenía amigos.
 
Price decidió canalizar esa energía para construir Gravity Payments. Tomó los contactos de su padre, un consultor de negocios, y tuvo un breve período en el procesamiento de tarjetas de crédito.
 
El ejecutivo aprovechó todas las relaciones comerciales que hizo con la banda y la experiencia adquirida por su padre. Así, junto cerca de 200 clientes para su negocio entre el tercer y último año de la secundaria. Pasó a ganar hasta US$ 12,000 en un mes.
 
En enero de 2004, Price lanzó la compañía, cuando cursaba la mitad de su primer semestre en la Seattle Pacific University.
 
Pero aún contaba con deudas de decenas de miles de dólares, con préstamos estudiantiles, tarjetas de crédito. Fue por aquel tiempo que gastó cada dólar que había ahorrado.
 
Cuando alcanzó el punto de equilibrio, tras obtener US$ 3000 en ganancias, debió  contratar a alguien, volver a cero, obtener ganancias, contratar a alguien, y volver a cero de nuevo.
 
Al mirar hacia atrás, el ejecutivo expresó “estar agradecido de haber pasado por eso cuando era tan joven, porque podía absorber esos golpes”.
 
Pasar por esos momentos fueron esenciales para llevar adelante la reestructuración salarial primero con los empleados de Gravity y luego con los de Idaho.
 
“La primera persona que contraté, que todavía trabaja conmigo hoy, solo podía pagarle US$ 24.000 al año, sin salud, sin beneficios de ningún tipo. Y me sentí horrible por eso. Era joven pero a mí me parecía que no estaba a la altura del tabaco. Y luego, en Gravity, me inspiró ver a estas increíbles personas que ganaban entre US$ 30000 y US$ 35000 mil al año y hacían cosas a un nivel más alto de lo que podían y no escuché quejas”, realzó.
 
Price contó que la “lucha financiera” hasta cierto punto fue una forma de vida para su familia. “Aunque a mi padre le fue muy bien creciendo, mis padres tuvieron seis hijos y comenzaron siendo muy jóvenes. Fueron transparentes sobre las cosas y muy abiertos con nosotros sobre la realidad financiera que teníamos como familia. Pensé mucho en la lucha financiera mientras crecía. Quería tener un momento más relajado y tranquilo con mis padres y no quería que sintieran tanta presión para que nos fuera tan bien. Ninguno de mis padres fue a la universidad, comenzaron temprano, tenían seis hijos, es una receta para una vida muy significativa, pero no una vida fácil”, completó.
 
Fuente: Infotechnology

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