Así lo informó el diario Clarín en su edición de ayer. La eliminación de la primera escala de impuestos internos a los vehículos nuevos fue propuesta por el Gobierno durante la presentación de la reforma tributaria, el 31 de octubre pasado.

Entre autos, pick ups y SUV, en Argentina hay 861 modelos y versiones disponibles a la venta, detalló Clarín en base a un estudio realizado por Franco Roland, de la consultora Abeceb. De ese total, 329 pagan impuestos internos ya sea en la primera o segunda escala (10% y 20%, respectivamente).

Entre los modelos con versiones que bajarán su precio hay de Alfa Romeo, Audi (A3 y A4), BMW (Serie 1, X1 y Serie 2), Chevrolet (Captiva y Trailblazer), Citroën (C4 Picasso), DS (3 y 4), Ford (Kuga, S-Max y Mondeo), Honda (HR-V y Civic), Hyundai (Creta, Tucson, i30 y Santa Fe) y Jeep (Renegade, Compass y Wrangler).

También de Mercedes-Benz (Clase A, Clase B, Clase C, GLA y Vito), Mini, Peugeot (3008, 508 y 5008), Toyota (SW4, Camry, Prius, Innova, RAV4 y 86), Renault, Volkswagen (Golf, New Beetle, Passat, Vento y Scirocco) y Volvo (V40).

La baja de precios, sin embargo, podría no ser para todos. Muchos medianos full están “topeados” para no caer en la primera escala del impuesto. Esas versiones podrían aumentar levemente, reconocieron desde automotrices. En ese grupo hay varios de fabricación nacional como los Chevrolet Cruze, Citroën C4 Lounge, Ford Focus y Peugeot 308/408.

Tras el anuncio del proyecto oficial de reforma impositiva, la expectativa de una baja en los precios frenó ventas de 0 km. En ese marco, algunas marcas de alta gama ya aplicaron rebajas del 7% y por ejemplo Toyota garantizó que de eliminarse el impuesto le devolverán al cliente la diferencia en efectivo.

La segunda escala de impuestos internos afecta a los 0 km de más de $800.000 precio mayorista, unos 1,3 millones a público. En ese caso el tributo es del 20%. El Gobierno no contempla modificarlo.