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Venezuela exige refinanciar su deuda externa

 Desde hoy se reúnen los funcionarios con los acreedores. Pero la crisis económica le quita credibilidad a la oferta del gobierno de Maduro

El gobierno venezolano recibirá hoy a tenedores de bonos de la deuda externa y sus apoderados, que fueron invitados para escuchar una propuesta oficial para renegociar condiciones de los futuros pagos. La extrema crisis económica que vive Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro ha puesto al país del "socialismo del siglo XXI" al borde de la cesación de pagos de su deuda externa. Para analistas independientes, dada la crisis, es casi imposible que los acreedores acepten un cambio de condiciones, algo que llevaría al país directo al default.

El gobierno hizo circular la invitación para la cita, que se realizará en un edificio vecino a la sede presidencial en Caracas, confirmó el ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa. El monto a refinanciar por la deuda convertida en papeles de la república y de la petrolera estatal PDVSA es de más de 90.000 millones de dólares, alrededor de la mitad del total de la deuda externa.

Zerpa dijo que los tenedores de títulos y representantes de bancas de inversión fueron invitados a la reunión convocada por el presidente Nicolás Maduro. "Siguiendo instrucciones del presidente de la república se informa que la reunión de la comisión presidencial para renegociar los términos de la deuda externa de la República y PDVSA con los tenedores de deuda, se celebrará el lunes 13 de noviembre el Palacio Blanco (vecino a la casa de gobierno)", indicó en Twitter.

Maduro anunció a comienzos de mes que someterá la deuda convertida en títulos financieros a un refinanciamiento, al admitir dificultades para seguir pagando tanto el capital como los intereses que generan. Pero un refinanciamiento unilateral podría significar un default o al menos una renegociación forzada por el Estado.

Hasta ahora, el gobierno había pagado puntualmente las obligaciones, pero la caída de los ingresos petroleros y las dificultades de la economía obligaron a buscar otros condiciones de pago, con plazos más largos, mientras el impopular Maduro planea buscar una reelección en los comicios presidenciales de 2018.

"Vamos a hacer un reformateo completo de los pagos externos para lograr el equilibrio. Vamos a romper los esquemas internacionales. ¿Son buenos para cobrarnos, pero Venezuela no tiene acceso a refinanciar bonos?", señaló Maduro.

Pero los analistas dicen que será difícil para el gobierno lograr un refinanciamiento por la falta de políticas económicas creíbles, la negativa del gobierno chavista a difundir las estadísticas sobre el desempeño de la economía (algo que incluye la inflación) e incluso por colocar al frente de la comisión negociadora al vicepresidente Tareck El Aissami, sancionado por Estados Unidos.

En el grupo del gobierno están también Zerpa, otro sancionado por Estados Unidos; el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, el ministro de Petróleo, Eulogio del Pino, y el presidente de PDVSA, Nelson Martínez.

Alarma de especialistas

El analista de la firma de asesores financieros Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, dijo que reestructurar la deuda externa no es un tema fácil como sugiere el gobierno bolivariano. "En las condiciones actuales de Venezuela es imposible hacer una reestructuración de la deuda externa. En estos momentos se requieren tres condiciones para llevarla a cabo: un equipo técnico-jurídico idóneo, una estrategia comunicacional definida y un plan de resolución que explique el problema del país, el cual no existe, porque los acreedores dirán: ‘si no puedes pagar hoy, qué se puede hacer para que logres hacerlo más adelante?'". Oliveros indicó que si no hay plan concreto, no se puede solicitar a los acreedores un nuevo plazo de pago. En entrevista con el canal Televen, señaló que lo más grave es la ausencia de un plan de resolución de los problemas que han provocado que Venezuela tenga serias dificultades para pagar. "Cuando a un acreedor le dices yo "no te puedo pagar porque tengo problemas de flujo de caja, te ofrece un plazo pero te pregunta de dónde vas a generar los ingresos para pagar en el futuro", explicó Oliveros.

Para el economista, como para tantos otros en Venezuela, la caída de la producción petrolera es uno de los elementos más graves para los tenedores de deuda. "Tenemos una caída muy agresiva, en los dos últimos años ha caído en casi 700.000 barriles diarios, además tenemos un problema cambiario, estamos a punto de entrar en un ciclo hiperinflacionario, existe un altísimo déficit fiscal y, sin presentar un plan de resolución de esos desequilibrios, es muy difícil que te puedas sentar con los tenedores de bonos para obtener mejores condiciones para el tema de la deuda", comentó. Oliveros explicó que el tamaño de la deuda de bonos, de más de 50.000 millones de dólares, es mayor que la deuda rusa, de 3.000 millones de dólares. Recordó que Venezuela concluye el 2017 con una de las peores inflaciones del mundo. "Es una tremenda calamidad y nos ubica como el país con la peor inflación del mundo, es decir con hiperinflación".

A la vez, el líder de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges, exhortó al gobierno a tomar acciones inmediatas y fijar un programa económico coherente para contener el daño de la hiperinflación. "En 2018, la inflación y la caída de la economía, que acumula cuatro años en recesión, no se detendrá y el costo será sumamente alto para nuestras familias. Estamos ante el riesgo de una catástrofe social", alertó en rueda de prensa.

En todo caso, sea con default o sin él, las condiciones de vida de los venezolanos seguirán siendo extremadamente penosas, lo que debería asegurar una derrota de Maduro en las presidenciales del año próximo. Pero las últimas elecciones han demostrado que el chavismo manipula las urnas.

en problemas. Nicolás Maduro planteará una renegociación como única alternativa a la cesación de pagos.

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